La historia del Jerez comienza en Jerez de la Frontera, España, donde los colonos fenicios introdujeron la viticultura alrededor del 1100 AC. El singular suelo de albariza y el microclima crearon condiciones perfectas para la producción vinícola.
El nombre 'Sherry' deriva del árabe 'Sherish', el nombre morisco de Jerez. Los métodos modernos de producción surgieron durante el siglo XV, cuando los productores descubrieron la única levadura de flor que da al Fino su carácter distintivo.