La herencia del Ouzo se remonta a las antiguas prácticas de destilación griegas, con su forma moderna emergiendo en el siglo XIX. El nombre recibió reconocimiento oficial en 1989 como producto con denominación de origen protegida.
El desarrollo del espíritu está estrechamente vinculado al comercio de pasas y al establecimiento de las primeras destilerías modernas en Tyrnavos y Lesvos. Estas regiones se convirtieron en centros cruciales de producción de ouzo, con familias locales desarrollando recetas distintivas transmitidas de generación en generación.